La flor y el hada llegan a un espacio donde antes debió haber un lago majestuoso, pero ahora queda apenas un charco en el centro de un lecho agrietado y polvoriento. El agua que queda es cristalina, pero tan poca que parece estar a punto de desaparecer. A su alrededor, el suelo está seco, cubierto de hojas marchitas.

Hada:
― Hemos llegado al final, a la prueba más difícil de todas. Este es el Lago Elsyrium. Antes, sus aguas lo conectaban todo, tenía el poder de regenerar y sostener la vida de todo lo crecía aquí. Pero ahora... está muriendo.

Flor:
―― ¿Y ahora que debemos de hacer?

Hada:
―― Se que va a sonar muy descabellado, pero para salvarlo, el jardín necesita algo que solo tú puedes darle... algo de ti.